martes, 15 de diciembre de 2009

El laboratorio sin muchas palabras (20 años del cementerio del CAAM) 16-12-2009











Jueves 13 de Diciembre de 2007 en este laboratorio de arte conceptual llamado Las Palmas de Gran Canaria.

MUTATUM

¿Arte de masas?, ¿Popular?, ¿Arte culto?, ¿Sólo es arte el aceptado por el mundo del arte? Para MUTATUM, estas dudas son un artificio que se sostiene en la egolatría y clasismo de unos y en la simpleza de otros. Ególatras y simples mezclados en lo “culto” y lo “popular”.
Mantenía un antiguo profesor de MUTATUM que no es más culto el que sólo entiende a un “catedrático” o habla como tal y desprecia y no comprende lo que dice un “gañan”, es mas culto el que entiende a ambos, el que posee CAMBIO DE REGISTRO.
Traducido al ámbito artístico, no es más culto el que dice extasiarse ante un fresco románico sino el que, con pensamiento dialéctico, ve la relación de este con Goya o el Expresionismo Alemán. El extasiado es sólo un snob, en castellano un tonto del culo. No es mas culto el que desprecia el mundo de lo kitsch, por las buenas, porque así lo establezca el gusto oficialmente culto, el llamado “mundo del arte”. Apex Art mantiene que generalmente tiene más interés, se aprende más en una “mala exposición” que en una “buena”.
No existe el canon universal y eterno de lo bello ni de lo que consideramos arte. Esa idea no es propia ni de la estética ni de otra rama de la filosofía, pertenece al ámbito de la teología. Para MUTATUM el arte sólo se puede entender como comunicación, como la facultad de hacer llegar información a un indeterminado número de receptores de forma intensa, sublimada en su materialización. Una idea inicial concebida por el emisor creador que es transmitida por el camino y con los medios que considera mas apropiaos y efectivos para que llegue.
Afirman los teóricos de la información que la belleza (Que no arte) es directamente proporcional al orden interno de la obra e inversamente proporcional a la información no asimilada por los receptores (B=O/I). Según MUTATUM el orden interno de la obra no responde al canon universal y eterno ya mencionado sino a la sensación interna del emisor-creador de saciedad y plenitud, de acabado, de no tener la necesidad de quitar o añadir nada a su obra para llegar al receptor de forma intensa, sublimada. No hay otra forma de bajar el denominador de la razón descrita, de la información no asimilada, que no sea más que con la difusión de la obra.
Resumiendo: Una obra que satisface a su autor y es difundida, es bella.
Cuando la obra se difunde y la información que transmite es asimilada, la obra se simplifica, y no es más simple porque posea pocos elementos sino porque es conocida. Llega con menos intensidad, no llega de forma sublimada. La obra se ha quemado en el crematorio del conocimiento.
Este conocimiento llega a los receptores en diferentes tiempos de asimilación, provocando diferentes niveles de evolución estética (Si ves mucho asimilas mucho, si ves poco asimilas poco). ¿Culto?, ¿Inculto?: no, clasista. Los que dedican su tiempo a la lucha por el sustento no entienden el “arte culto”, sólo los diletantes lo entienden, únicamente por dedicarle tiempo y quemarlo antes, convirtiendo en kitsch lo que todavía otros aprecian.
No hay nada nuevo sobre la faz de la tierra, todo lo “nuevo”, alguna vez fue asimilado y se quemó en el intento de permanecer. Vuelve disfrazado de otra cosa y con otro nombre, lo RECURRENTE vuelve disfrazado de “lo último”. Una nueva generación de receptores contempla la creación nueva, con un alto grado de información no asimilada, hasta quemarlo. Esa creación, con otras formas, ya se contemplo, se asimiló y se quemó en otra época, por otra generación de receptores que lo convirtieron en KITSCH (En castellano, ¿Hortera?, ¿Aburrido?).
Resumiendo:
- La belleza no existe definitivamente, cambia.
- La simpleza define lo kitsch, que tampoco es definitivo (Por conocimiento o por baja información presentada).
- Lo kitsch vuelve como bello cuando se hace complejo, por desconocimiento.
- Un artista es el creador de lo recurrente, el inventor de lo que ya existe.
- Arte es un acto de comunicación en el que el receptor define el mensaje.
Tenemos un ejemplo claro de todo lo descrito, en este laboratorio de arte contextual llamado Las Palmas de Gran Canaria, con la gran performance del izado de la bandera de Don José Manuel Soria. Con un altísimo orden interno de la obra y cuidadísima escenografita, a plena satisfacción de su autor. Con gran difusión y por tanto, bajísimo índice de información no asimilada por los receptores.
En contraste, lo último del Supremo Crematorio CAAM, con la presentación del brazo incorrupto de San Paul Klee y Las Vías de Santo Joseph Kosuth.

El Nombre de DIOS, el Supremo COMISARIO.
La Santísima Trinidad según Kant.

mutatum@hotmail.com

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